

Burger King, una de las cadenas de comida rápida más icónicas del mundo, se enfrentaba al desafío de mantener su relevancia en un mercado saturado y altamente competitivo. Con su ya reconocido estilo de comunicación audaz y disruptivo, la marca buscaba ir más allá de la publicidad convencional para conectar con su audiencia más joven y familiar de manera significativa. En este caso de estudio, exploramos cómo potenciamos su posición de marca.
Burger King se ha establecido como una marca líder en el sector de la comida rápida, conocida no solo por su Whopper icónico, sino también por su enfoque de comunicación atrevido e innovador. La marca tiene una tradición de desafiar a sus competidores y usar el humor para destacar, un estilo que la ha convertido en una favorita entre los consumidores y un referente en la industria del marketing.
Esta vez el reto consistía en mejorar la experiencia en el punto de venta para conectar y generar relación con la Gen Z y Gen Alpha y sus familias, ayudando a la marca a entenderles para crear momentos y experiencias memorables para niños, jóvenes y sus familias que fueran característicos de Burger King a nivel mundial.
Como parte de nuestro trabajo, nos enfocamos en la investigación y desarrollo de estrategias diseñadas específicamente para optimizar la experiencia de las familias en cada punto de contacto.
A través de herramientas como los "Shop-alongs" —un método que nos permite observar en tiempo real cómo las familias interactúan con productos, espacios comerciales y mensajes publicitarios— identificamos patrones de comportamiento, necesidades y preferencias clave.
Además, analizamos detalladamente qué propiedades intelectuales (IPs) son más relevantes y atractivas para este público objetivo, garantizando colaboraciones que generaran impacto y afinidad emocional.
Finalmente, definimos los mensajes más efectivos para conectar con las familias, asegurando que cada comunicación fuera clara, atractiva y alineada con los valores y expectativas de la marca Burger King.