En la era digital, los videojuegos han evolucionado más allá de ser simplemente un sinónimo de diversión; se han transformado en un escape emocional significativo para la juventud y en concreto la generación  Z. Recientemente, Entertainment Software Association llevó a cabo una encuesta a más de 13.000 jugadores en 12 países, incluyendo España, y los resultados revelan datos fascinantes sobre la influencia de los videojuegos en la vida de los jóvenes.


La conclusión más destacada de este estudio es la doble función de los videojuegos: diversión y escape. Más allá del simple entretenimiento, los jugadores coinciden en que los videojuegos desempeñan un papel crucial como salvavidas emocional. Enfrentar momentos difíciles, encontrar salidas saludables para los desafíos diarios y experimentar la felicidad son elementos intrínsecos al juego. Estos hallazgos respaldan la idea de que los videojuegos no solo ofrecen entretenimiento, sino que también actúan como un recurso terapéutico para la salud mental y el alivio del estrés.


Un factor adicional relevante es el papel que los videojuegos desempeñaron durante la pandemia de COVID-19, convirtiéndose en un nexo crucial para mantener conexiones con amigos y familiares. Esta tendencia persiste, con más del 50% de los jugadores mundiales optando por jugar en línea con otros, subrayando la importancia de los videojuegos como una herramienta social en un mundo cada vez más virtual. En el contexto específico de España, la encuesta revela que los jóvenes encuentran en los videojuegos una vía para divertirse, pasar el tiempo y relajarse, por este órden específico. Contrariamente a las percepciones preconcebidas, la investigación respalda la positividad de los videojuegos. Un total de aproximadamente 15 estudios académicos recientes respaldan los datos de los jugadores, confirmando que los videojuegos ofrecen beneficios sociales y emocionales únicos no replicados por otras formas de entretenimiento.


En resumen, este estudio revela que los videojuegos son mucho más que simples formas de entretenimiento; son un refugio emocional, un medio para construir relaciones y un espacio que va más allá de la diversión superficial. Esta realidad desafía estereotipos y destaca la importancia de comprender el impacto positivo que los videojuegos tienen en la vida de los jóvenes y la Generación Z.